¿Se enfriará alguna vez el Sol o llegará a tener la misma temperatura que la Tierra?


Así habrá de ocurrir, ciertamente. Pero el enfriamiento del Sol no ha de detenerse ahí, sino que, de subsistir dicho astro, se enfriará por completo y todo por igual, lo que no ha ocurrido aún a la Tierra. Esto no sucedería si el Sol tropezase con alguna otra estrella, y la fuerza del choque elevase su temperatura de nuevo; pero en este caso dejaría de ser nuestro Sol. Éste habría desaparecido, aunque la materia que lo forma subsistiese.

De la nada no puede sacarse algo. A cada momento, y de un modo incesante, el Sol emite de su seno enormes cantidades de energía, bajo la forma de calor y de luz, y otras cosas. Si recibiese de otra fuente la misma cantidad de energía que de él sale, no existiría motivo para que se enfriase. Los astrónomos han estudiado con extraordinario interés esta cuestión. El Sol recibe cierta cantidad de energía de las estrellas fugaces que van a sumergirse en su masa y de la luz procedente de las demás estrellas; pero esto no significa nada comparado con la que constantemente pierde. Preciso será, por consiguiente, que se enfríe, y le sucederá sin duda alguna lo mismo que a los millares de estrellas o soles fríos que sabemos que existen en el cielo.