¿Crece lo mismo cada año nuestro organismo?


Ciertamente que no. Cada vez que padecemos una enfermedad, nuestro crecimiento se retarda, por regla general; mas a veces puede activarse, y esto es causa de que no sea igual cada año. Pero aunque nos veamos libres de toda enfermedad, y hagamos la misma vida siempre, la rapidez con que crecemos varía mucho de un año para otro.

Tanto los niños como las niñas, pero en especial los primeros, crecen mucho más de los catorce a los diez y siete años, aproximadamente, que en otras edades. El aumento de estatura depende principalmente del alargamiento que experimentan los huesos de las piernas, y la diferencia de longitud de estos miembros es la que determina la diversidad de estaturas que se nota entre las personas; por eso esta desigualdad no se echa de ver tanto cuando todas se encuentran sentadas. Los huesos de las piernas aumentan de longitud mediante la creación de nueva materia ósea en ciertos lugares próximos a sus extremos. A partir de la edad de diez y ocho años, aproximadamente, se paraliza la actividad en la mayoría de estos lugares, y sólo los restantes huesos pueden hacer aumentar nuestra estatura. Algunos individuos dejan de crecer al llegar a esta edad. Pocos años después, los restantes lugares pierden también su actividad, y la longitud de los huesos no cambia ya. Ciertas personas crecen con lentitud mucho mayor a partir de los diez y siete o los diez y ocho años.