¿Nos ayuda a reaccionar el temblor que el frío nos produce?


Por todo lo que se acaba de explicar es evidente el papel del temblor en el organismo que lucha contra el frío. Consiste el temblor en pequeños y activos movimientos de vaivén, a veces casi regulares, como cuando nos castañetean los dientes, de todos o la mayor parte de los músculos de nuestro cuerpo. Ahora bien, aunque el temblor nos indica con frecuencia que nos hemos enfriado, nos ayuda al mismo tiempo a iniciar una conveniente reacción, porque todos estos pequeños movimientos musculares producen calor. Debemos agregar que los enfermos que tienen escalofríos, por ejemplo en los ataques palúdicos, presentan temblores generalizados en los músculos de todo el cuerpo, que al desprender grandes cantidades de calor producen la fiebre. De todo lo dicho resulta claro que el organismo procura mantener la temperatura normal, y que cualquier alteración de ella es signo de enfermedad.