¿Cómo pueden crecer las plantas en una pared lisa?


Uno de los elementos más importantes que constituyen la alimentación de las plantas verdes, el anhídrido carbónico que les suministra el carbono, se halla, como se necesita, en el aire. Pero esto no es suficiente. La planta requiere además agua y sales. Pero téngase presente que las paredes no se hallan tan desprovistas de toda sustancia, como a primera vista parece. En primer lugar, la lluvia cae sobre ellas, y de este modo las plantas absorben el agua que conviene a su crecimiento. La lluvia, por otra parte, contiene pequeñas cantidades de sales, que son de sumo valor para las plantas; y, al resbalar por la pared, se enriquece más de ellas todavía. Tiene la propiedad de disolver las sales que contienen las sustancias que forman las paredes: el mortero, por ejemplo. Sabemos que la cal es muy útil a las plantas, y el mortero no es en realidad otra cosa que una especie de cal. Vemos, pues, que las plantas, aun creciendo en una pared, pueden obtener allí todos los elementos indispensables para su nutrición. Claro está que las cantidades que reciben de ciertas sustancias, esenciales para su vida, son extremadamente escasas, y por eso las plantas que de esta manera viven críanse siempre raquíticas, sin alcanzar jamás sus tamaños ordinarios. No hay que confundir estas plantas con las que crecen sobre las paredes desnudas, pero que tienen sus raíces en la tierra, de la que extraen cuanto les hace falta para los complejos procesos de su nutrición.