CANTO DE ESPERANZA - Rubén Darío


Rubén Darío -verdadero gran poeta y, por tanto, hombre de altísimos ideales, que se sobreponen a los odios, rencores y rivalidades que siempre han existido y que acaso existirán siempre tanto en el corazón de los individuos como en el ánimo colectivo de los pueblos- entona este hermoso “canto de esperanza”, pidiendo amor y paz entre todos los hombres.

Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste.
Un soplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres desde el Este al Oeste.

¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo?
Se han sabido presagios y prodigios se han visto
Y parece inminente el retorno del Cristo.

La tierra está preñada de dolor tan profundo,
Que el soñador, imperial meditabundo,
Sufre con las angustias del corazón del mundo.

Verdugos de ideales afligieron la tierra.
En un pozo de sombra la humanidad se encierra
Con los rudos molosos del odio y de la guerra.

;Oh, Señor Jesucristo!, ¡por qué tardas, que esperas
Para tender tu mano de luz sobre las fieras
Y hacer brillar al sol tus divinas banderas!

Surge de pronto y vierte la esencia de la vida
Sobre tanta alma loca, triste o empedernida.
Que amante de tinieblas tu dulce aurora olvida.

Ven, Señor, para hacer la gloria de ti mismo,
Ven con temblor de estrellas y horror de cataclismo,
Ven a traer amor y paz sobre el abismo.

Y tu caballo blanco, que miró el visionario,
Pase. Y suene el divino clarín extraordinario: 
Mi corazón será brasa de tu incensario.