AMBICIÓN PARCA - Francisco Coppée


Este concierto intimo en casa de un pobre y anciano maestro de música, donde reina un ambiente de sencilla naturalidad, de amor y satisfacción, tiene un singular encanto, que Coppée sabe hacer sentir con la espontaneidad habitual en él. Francisco Coppée (1842-1908), poeta dramaturgo francés que gozó de gran popularidad, fue llamado el poeta de los humildes.

Ser, para ganar la vida,
Un pobre rascavihuelas,
Que da lecciones de música
Allí donde las encuentra,
Corriendo con gruesos chanclos
Por París, de ceca en meca;
Pero que a Mozart comprende
Y a Gluck admira y venera;
Tener un maestro anciano;
Querer a su hija, y por ella
Cepillar todos los días
La raída ropa negra vestir
Y camisa blanca
De almidonada pechera;
Caminar -¡viven tan lejos!-
Cada noche media legua;
Cruzar de los elegantes
Barrios las calles desiertas,
Tarareando entre dientes
 Alguna tonada vieja,
Apretando el paso inquieto
Y mirando las estrellas;
Amar con amor honrado;
Tirar con mano muy trémula
El cordón de campanilla
Que repica a gloria y fiesta...
-¡Señor Pablo!-¡Señorita!
 -Pasad, mi padre os espera...
Ahí tenéis el violoncelo.
Y allí, encima de la mesa,
El violín y los papeles;
Hacerle una reverencia,
Preguntarle por el viejo.
Ver que risueño se acerca...

¡Qué momentos! La ventana,
Al cielo nupcial abierta,
Deja entrar las mariposas
Nocturnas, que dando vueltas,
En la vacilante llama
De las bujías se queman.
Principia el concierto. Rubia,
De codos sobre la mesa,
Ella, vestida de blanco.
Escucha, callada, atenta,
Y al compás del allegretto
Su corazón late y tiembla.
Viene después el andante,
El minué, todo un poema
De armonías, de gemidos,
De arrullos... Y el tiempo vuela.
Y dan las doce.-¡Qué escándalo!
¡Vivieseis, al menos, cerca!
Id, no os detengáis: ¡están
Perdidas esas afueras!
- ¡Adiós!-¿Volveréis mañana?
-Por despedida, las cuerdas
Vibran otra vez; un poco
De música, un par de piezas,
Mientras Julia tres modestos
Vasos de jarabe apresta.