La poesía debe leerse de manera diferente a la prosa


Combinadas de cierto modo las palabras, dan origen dentro del lenguaje poético a movimientos rítmicos especiales y a la rima, que aunque, según hemos dicho antes, no son absolutamente necesarios a la poesía en general, constituyen, sin embargo, en nuestro idioma castellano como en tantas otras lenguas, un elemento de gran importancia en manos de un verdadero genio creador.

Así, pues, la lectura de las composiciones poéticas debe hacerse de una manera muy diferente a la de un escrito en prosa.

Porque, por una parte es necesario tener en cuenta especialmente el significado, o por mejor decir, la sugerencia emocional de las palabras consideradas en sí mismas y en su conjunto, y por otra, hay que prestar la debida atención a los elementos formales que, como el ritmo y la rima, contribuyen a crear el clima estético intentado por el poeta.

Por lo general, una buena poesía no debe leerse sólo una o dos veces sino muchas, tantas como la plena captación de su contenido artístico lo exigiere.

El aprender versos de memoria debe ser, por tanto, el efecto y no la causa de esta reiterada lectura.

La lectura de una poesía debe dirigirse, pues, ante todo a la re-creación, al re-surgimiento de la emoción original del poeta en el alma del lector a través de la totalidad específica de las palabras, es decir, a través de todas las imágenes, pensamientos, ritmos y sonidos contenidos en ellas.