Stephenson aprende a leer y a escribir. Tribulaciones de su vida


Cuando esto sucedía, contaba Stephenson dieciocho años, y no obstante su trabajo cotidiano de doce horas, iba por la noche a una modesta escuela en la que aprendió a leer y a escribir.

No mucho después, para aumentar sus ganancias, sin dejar su oficio de fogonero, en el que ganaba un magro jornal, se hizo, merced a un breve aprendizaje, zapatero y sastre, y en 1800, habiendo conseguido amueblar una humilde casa, contrajo matrimonio y se estableció en Willington, cerca de Newcastle. Era tal su ingenio, que habiendo hecho la casualidad que se descompusiera un reloj, él mismo se vio obligado a componerlo, y lo hizo de manera que poco después recibió el nombramiento de relojero de la ciudad. Viudo en 1803, Stephenson recorrió a pie a Escocia buscando alivio a su dolor; pero, al saber que su padre había perdido la vista, regresó a Killingworth. Gastó entonces la mayor parte de sus economías en pagar las deudas de los que le dieron el ser, a los cuales mantuvo en adelante.