Guillermo Watson y sus dos botellas de Leiden


La botella de Leiden, aunque construida por primera vez en Holanda, fue perfeccionada en Inglaterra por sir Guillermo Watson, otro genio de aquella época que empieza a parecernos remota. Era Watson hijo de un comerciante extremadamente pobre, y nació en Londres en 1715. Habiendo entrado al servicio de un químico, en calidad de aprendiz, encariñóse con la ciencia, y tan pronto como logró reunir el dinero suficiente para poder vivir, se consagró por entero al estudio. Perfeccionó la botella de Leiden forrándola por fuera y por dentro con papel de estaño, lo cual le dio excelente resultado, y valióse de alambres para hacer pasar la corriente de una botella a otra. Al hacer pasar la corriente a lo largo del alambre, advirtió que la persona que sostenía su extremidad opuesta, situada a 3.700 metros de distancia, recibía la descarga prácticamente en el instante mismo en que se la dejaba salir de la botella; propiedad importantísima que fue aprovechada después en la telegrafía. Aun realizó sir Guillermo Watson otras maravillas con la misteriosa fuerza. Con un trozo de hielo electrizado logró incendiar los líquidos espirituosos; e igual resultado obtuvo con una gota de agua previamente electrizada. Incendió la pólvora de un cañón por medio de una chispa eléctrica, y dio a conocer otras muchas propiedades de la electricidad que no habían sido aprovechadas hasta ese entonces.

Por aquella época empezaba ya el mundo a conocer muchas cosas que podían hacerse por medio de la electricidad; pero nada sabía respecto a la naturaleza de ésta.