Carlos Landsteiner, el sabio que hizo posibles las transfusiones de sangre


La transfusión de sangre, conocida desde hace siglos, era un remedio heroico solamente aplicable en los casos desesperados, ya que con frecuencia mataba en lugar de curar. La causa de estos desenlaces fatales no podía ser encontrada a pesar de las numerosas investigaciones realizadas, y, hasta el descubrimiento de los grupos sanguíneos efectuado por el sabio austriaco Carlos Landsteiner, en 1901, que aclaró el enigma de las transfusiones fatales, el hecho estuvo envuelto en el misterio.

Este sabio investigador demostró que los seres humanos pueden clasificarse, respecto de su sangre, en cuatro grupos principales, e ideó un procedimiento para encontrarlos. Estos grupos son: el AB, llamado también "receptor universal", porque puede recibir cualquier grupo de sangre, o "dador egoísta", ya que sólo puede dar a los de su grupo; el 0, llamado "dador universal" o "dador altruista", porque puede dar a cualquier grupo, pero sólo recibir del suyo; el A y el B, que vienen a ser grupos intermedios entre los dos primeros y que solamente dan a su propio grupo y reciben de él y del universal.