Gabriel García Moreno, el impulsor de la instrucción pública de Ecuador


Una de las figuras más combatidas de la Historia de América es Gabriel García Moreno, el presidente del Ecuador trágicamente asesinado. Sólo el paso de los años, al otorgar al pasado la perspectiva de la historia, ha devuelto a este hombre el lugar que merece en el recuerdo de los pueblos de América. Heredero espiritual de la concepción bolivariana de una América libre políticamente una, las circunstancias de la época lo llevaron a proponer soluciones que pueden parecer desacertadas. Pero donde su figura se agiganta, sin que nadie pueda negarle el reconocimiento, es en el campo de la educación. A su exclusiva iniciativa personal se debe la implantación en suelo ecuatoriano de los nuevos métodos pedagógicos aprobados en Europa. Obras suyas son la Casa de Artes y Oficios, la Escuela Politécnica de Quito, la difusión de la enseñanza primaria, para la que levantó numerosos edificios, y la inmigración de eminentes científicos.

A su obra educadora como gobernante hay que añadir la que cumpliera años antes como educador e investigador científico.

Nacido en Guayaquil en 1821, García Moreno cursó estudios de Humanidades, Filosofía y Jurisprudencia en la Universidad de Santo Tomás, de Quito, hasta recibir el título de doctor en 1848. Deseoso de perfeccionar sus estudios en matemáticas y física, por las que sentía particular inclinación, se trasladó a París. De regreso a su patria y fijada su residencia en Quito, fue nombrado catedrático de Matemáticas y Física de la Universidad, de la que fue rector hasta 1858. Por aquel tiempo, dedicado exclusivamente a las ciencias, fue adquiriendo un merecido renombre y publicó trabajos que acrecentaron su sólida reputación. De esa época es una atrevida expedición al volcán del monte Pichincha para determinar la naturaleza de los vapores del mismo.

Tal es el hombre, cuya acción educadora perdura en las instituciones que creara como político. De él alguien ha podido decir que “por su espíritu realista y de fervorosa acción, es uno de los políticos constructores de más ilustre memoria en la historia americana”.