Renace así el espíritu del pasado entre los polacos


El nuevo gobierno se encontró ante graves problemas: el país estaba en ruinas, estragado por las epidemias y la miseria; la gente, cansada de tanta guerra; el tesoro, exhausto; los gobernantes parecían carecer de experiencia y tino en la dirección de los negocios públicos.

Como primera medida se suprimió todo lo superfluo, y el pueblo en masa se aprestó a trabajar. Las villas y ciudades que habían sido arrasadas, fueron reconstruidas; escuelas c industrias se difundieron profusamente por todo el país, y hasta el arte revivio. Pintores como Chelmonski, Ruszczyc, Tetmajer y Mchoffer; poetas como Staff, Tetmajer y Kasprowicz; novelistas como Sienkiewicz, Reymont, Zeromski y Weysenhoff; músicos y compositores como Paderewski, Niewiadomski y Rozycki, demostraron que el sentimiento de la belleza y el arte de expresarla seguían aún llenos de vida y esplendor en Polonia.