La gran pradera, corazón de Estados Unidos, y la meseta del Colorado


La llamada zona de la gran pradera es la región ganadera por excelencia; su altura se eleva gradualmente desde los 300 metros hasta casi 1.800; es la región conquistada por los colonos y pioneros agricultores a fines del siglo pasado, que tantas veces se ha evocado en brillantes páginas de la literatura americana o en otras expresiones del arte.

Esta gran pradera concluye ante las primeras estribaciones de las montañas Rocosas, cadena que atraviesa el territorio de Estados Unidos de Sur a Norte, desde la frontera con México hasta la del Canadá, y que tras cruzar este país y el Estado de Alaska desaparece en las islas Aleutianas, en pleno mar de Bering. Los picos más altos de esta cadena se encuentran en el Estado de Colorado: son el Elbert, de 4.398 metros; el Massive, de 4.394, y el de Harvard, de 4.388 m.

Otra de las regiones de características bien definidas es la meseta del Colorado, típica por sus altiplanicies escalonadas y sus enormes grietas, lechos de antiguos ríos, llamados cañones, de los cuales es famoso, por su imponencia, en el mundo entero, el cañón del Colorado, excavado por el río de ese nombre; tiene casi 350 kilómetros de longitud, una anchura que va desde los 6 a los 29 kilómetros, en tanto que las enormes paredes por entre las cuales corre el río se levantan a más de 1.500 metros sobre la superficie del agua. La región de la Gran Meseta, que se extiende en los Estados de Colorado, Arizona, Nueva México y Utah, es desfavorable, por lo desértica, para actividades productivas, pero un articulado sistema vial permite el acceso al gran Parque Nacional establecido en ella y multitud de turistas, en toda las épocas del año, desfilan por la inhóspita tierra rojiza para extasiarse ante la salvaje belleza circundante.

Hacia el Pacífico se alzan dos cadenas de montañas, la Sierra Nevada y la Sierra Costera; entre ellas, valles importantes como el del río Sacramento y el de San Joaquín. Los picos de mayor altura son el monte Whitney, en California, con 4.420 metros, y el Williamson, de 4.384 metros. Algunos volcanes de gran altura, apagados, alcanzan más de 4.000 m.