Después de la segunda guerra mundial, el país checo erigiose en estado comunista


Derrotada Alemania por la coalición soviético-occidental, Checoslovaquia quedó totalmente dentro de la esfera de influencia soviética; la provincia checa de Rutenia fue anexada a la Unión Soviética, y Checoslovaquia se organizó institucionalmente bajo formas comunistas. El nuevo Parlamento promulgó una constitución de tipo soviético, que establece un poder ejecutivo desempeñado por un presidente que dura siete años en el gobierno; el primer ministro recibe de él el encargo de formar gabinete, pero es responsable de su gestión ante el Parlamento.

Las grandes industrias metalúrgicas fueron nuevamente puestas en actividad, e igualmente se renovaron los esfuerzos para incrementar las producciones agrícolas y ganaderas.

Dichas fábricas, Vitkovica y Trinec en Silesia, son centros poderosos de empresas siderúrgicas, que ocupan en total cerca de cuatrocientos mil obreros y trabajan especialmente el hierro importado de Suecia por la vía del Oder; en Bohemia y en Eslovaquia también se hallan instalados otros altos hornos.

Muchas fábricas de maquinarias, material ferroviario, automóviles, bicicletas, etc., se reúnen en la zona Industrial de Praga, entre las que nombraremos a la célebre firma Skoda, que proveía de artillería pesada al antiguo ejército del Imperio Austro-Húngaro y es una cíe las fábricas de armamentos mejor montadas y organizadas del mundo.

Varias ciudades pertenecientes a la cuenca del lignito de Most, como Chomutov, Teplici, Usti, que fueron y siguen siendo importantes, fabrican maquinarias y artículos metalúrgicos.

Si bien la antigua fama de las montañas metalíferas de Bohemia se habían perdido por el sucesivo abandono de sus yacimientos, en la actualidad la han recobrado por haberse descubierto en ellas la existencia de minerales radiactivos como la pechblenda y la uranita, que ahora se explota en Jachymov para la obtención de radio, y representa en la actualidad un valor importante como fuente de energía atómica.

Es necesario destacar que a sesenta kilómetros al sur de Praga, se construye una gran represa y un puente sobre el río Moldava. El embalse tendrá más de 60 metros de profundidad y de 70 kilómetros de largo. Y el puente, que unirá a ambas orillas, ha de tender un solo arco gigantesco de 330 metros desde el polo principal, de una a otra de las orillas del río. Nos resta decir que el comercio checoslovaco es muy activo, tiene a Praga como punto central, la red ferroviaria es la más intrincada de Austria-Hungría y sus ríos importantes son el Elba y el Moldava.