Cómo Checoslovaquia perdió nuevamente su independencia


Las miras expansionistas de Alemania se asentaron inmediatamente en las riquezas de Checoslovaquia. Sus inagotables minas, el poder de su industria siderúrgica, todo convenía, además de la posición estratégica, a los fines guerreros del gobierno de Hitler. La minoría alemana residente en Checoslovaquia fue el punto de arranque para provocar continuos conflictos;! las exigencias germanas crecieron en el año 1938, y obtuvieron la primera gran concesión al incorporar al Reich parte del territorio Súdete, esto es, zona con población predominantemente germana.

A fines del mismo año Alemania obtuvo el control económico de las industrias checas, y algunos meses después, en marzo de 1939, sus tropas invadían el territorio checoslovaco. Las grandes potencias europeas estaban obligadas por tratados a garantizar la independencia de Checoslovaquia, pero en la reunión que sus representantes celebraron en Munich con Hitler y Mussolini, acordaron acceder a la ocupación ya consumada.

Imposibilitados de resistir con la guerra al inmenso poderío de su invasor, los checos fueron en Europa los primeros que organizaron las guerrillas, que después se popularizarían en los demás países sojuzgados. En las montañas, grupos de patriotas se dedicaron a hostilizar las comunicaciones, muchísimos puentes fueron volados, y cantidad de abastecimientos que eran sacados de suelo checo se perdieron para los alemanes en esas acciones. La resistencia pasiva también fue organizada por la población. Se dejaban desiertos los lugares públicos cuando entraba un militar enemigo; los obreros disminuían en las fábricas su ritmo de producción y muchas veces averiaban intencionalmente las maquinarias. Durante les bombardeos de Londres por la aviación alemana, se dio el caso de bombas que cayeron sin estallar; revisadas se comprobó que estaban desprovistas de detonador, quitado por los obreros checos obligados a construirlas; en lugar del detonador traían un papel con un saludo y un llamado de ayuda.