La Unión Sudafricana es el país más importante de África Meridional


Un grupo de antiguas colonias holandesas, alemanas y británicas constituye hoy la más reciente de las repúblicas del continente negro: la Unión Sudafricana. Integrante hasta el 31 de mayo de 1961 del Commonwealth británico, el pueblo sudafricano decidió, a partir de esa fecha, asumir la plenitud de su soberanía y adoptar para su gobierno las instituciones republicanas.

País de variada topografía, obtiene sus mayores recursos de la región de la meseta y de las llanuras costeras; el clima contrasta fuertemente según se considere el de las tierras altas del interior, o el de las llanuras costeras.

La agricultura es la principal fuente de recursos, y desde fines del siglo pasado, la minería. En África del Sur se han explotado minas diamantíferas y auríferas muy ricas; nombres como Johannesburg y Kimberley son conocidos en el mundo entero por sus valiosos yacimientos de oro y de diamantes. El oro extraído de las minas sudafricanas representa casi la mitad de la producción mundial; en diamantes, Sudáfrica sigue al Congo en volumen de producción, pero le aventaja en calidad.

Otros minerales, tales como el cobre, el hierro y el carbón, a los que en fecha reciente se sumó el uranio, constituyen también importantes renglones de la explotación minera.

Sudáfrica comenzó a ser conocida por el mundo civilizado a partir de 1483, cuando Bartolomé Díaz descubrió el cabo de Buena Esperanza. El primer poblado fue establecido por los holandeses en 1652. Casi siglo y medio después, fuerzas británicas de ocupación invadieron la región y establecieron el primer núcleo de esa nacionalidad. En 1814 la ocupación británica fue formalizada y reconocida, y el primer gobernador fue designado para la colonia del Cabo.

Los colonos holandeses, los bóeres, se resistieron a ser gobernados por los ingleses, y marcharon hacía el Norte; radicados en los territorios luego llamados del Transvaal y de Orange, se extendieron mucho tiempo después hasta Natal. Pero los británicos lograron gradualmente anexarse también estas regiones, pese a la resistencia muchas veces sangrienta opuesta por los bóeres. Varias soluciones fueron tentadas para lograr la pacífica convivencia de uno y otro grupo, pero finalmente estalló, a fines del siglo pasado, la guerra anglo-bóer, que finalizó en 1902 con la victoria de los británicos, dueños de mayores recursos bélicos. Por el tratado de Vereeniging, Gran Bretaña reconoció a los estados bóeres el derecho a gobernarse por sí mismos, pero restringió su soberanía. Pocos años después se integró una federación entre estos estados y la colonia británica, organismo al que se llamó Unión de Sud África o Unión Sudafricana, que acabaría por alcanzar la categoría de Estado soberano asociado al Commonwealth Británico y finalmente llegaría a la independencia absoluta, como república, el 31 de mayo de 1961.

Los centros urbanos de mayor importancia y población de la república sudafricana son Johannesburg, Ciudad del Cabo, Durban, Pretoria, Port Elizabeth. La población sobrepasa los quince millones de habitantes, distribuidos muy irregularmente sobre más de un millón de kilómetros cuadrados.

La Unión Sudafricana administra por fideicomiso de las Naciones Unidas el territorio de África del Sudoeste, de 800.000 km2 y medio millón de habitantes, situado entre la costa atlántica sudafricana, la colonia portuguesa de Angola y la Unión Sudafricana. Antigua colonia alemana, fue tomada por fuerzas sudafricanas durante la primera Guerra Mundial; la Sociedad de las Naciones primero, y las Naciones Unidas después, confiaron a la Unión Sudafricana su administración. Al erigirse esta última en república soberana, se anexó el territorio de África del Sudoeste. La organización mundial, empero, no ha reconocido la anexión.