Los jenízaros: jóvenes de países vencidos preparados para combatir contra su patria


Segismundo de Hungría se opuso a los turcos cuando cruzaron éstos los montes Balcanes, pero vio que los adversarios eran demasiado numerosos para él. Después, el bravo Hunyadi los venció al frente de un ejército polaco, y fue posteriormente derrotado a su vez en la sangrienta batalla de Kossovo.

Por entonces, Constantinopla era una ciudad-estado más que centro político de un imperio antes poderoso; los turcos estaban decididos a hacer de ella su capital, para lo cual no dejaban de aumentar su ejército y armada. Para el acrecentamiento de las tropas, a los pueblos conquistados se les exigían jóvenes, a quienes se ejercitaba para luchar contra su patria. Estas huestes fueron los famosos jenízaros, que tanto contribuyeron a destruir el Imperio de Oriente y tanta preponderancia alcanzaron después sobre los sultanes.