Polonia es la tercera víctima. Las nuevas tácticas alemanas

Las aspiraciones alemanas no fueron satisfechas por los acontecimientos antes relatados. La amenaza de Francia e Inglaterra de intervenir en caso de una nueva agresión no surtió ningún efecto. Hitler estaba dispuesto a cumplir sus planes aun a costa de la guerra. El 1* de setiembre de 1939 se inició la invasión de Polonia por los ejércitos alemanes. Dos días después Francia e Inglaterra, en cumplimiento de los pactos suscritos con Polonia, declararon la guerra a Alemania. Esta declaración fue seguida por igual actitud de los dominios británicos.

Alemania había preparado esta invasión desde la toma del poder por Hitler. Había motorizado su ejército, había creado una fuerza aérea de poder incalculable, y estaba dispuesta a todo. En el terreno de la táctica militar, también había introducido nuevas ideas. Con la palabra blitzkrieg (guerra relámpago), los estrategos alemanes bautizaron su nuevo método de ataque. En la primera guerra europea las operaciones fueron lentas, se luchó de trinchera a trinchera, y cuando una fortaleza cerraba el paso de las tropas, se peleaba allí hasta tomarla y luego proseguía el avance.

La blitzkrieg significó todo lo contrario: se avanzaba rápidamente, una fortaleza no era asediada por todo el grueso de las tropas, sino que se la rodeaba y dejaban allí fuerzas suficientes para evitar cualquier sorpresa de parte de los sitiados, mientras el ejército proseguía su avance.

En la batalla de Polonia se reveló todo el insospechado poderío bélico de los alemanes. Los polacos resistieron heroicamente, pero sus divisiones de infantería y caballería nada pudieron ante el arrollador ímpetu de los tanques germanos. Además, la aviación practicó el método de arrasar los núcleos de defensa y de producción. Las ciudades, aunque no fueran plazas militares, sufrieron el efecto de los bombardeos. Varsovia, la capital de Polonia, después de una heroica resistencia se rindió -semidestruida- a los veintisiete días de lucha.

Rusia, apenas iniciada la invasión de Polonia, hizo cruzar a sus tropas la frontera y estableció contacto con las fuerzas alemanas en Brest-Litovsk. Los comandantes rusos y alemanes firmaron allí un tratado de fronteras y de reafirmación amistosa. Polonia quedó dividida en dos zonas: una bajo Alemania y la otra sometida a Rusia.