Alemania da el primer paso para aumentar su "espacio vital"

Uno de los lemas del gobierno de Hitler fue la carencia de espacio vital, es decir que Alemania, por su población o importancia, tenía poco territorio para su desarrollo y se le debían conceder partes de otros países que, a criterio de ella, no las necesitaban. Así se inició la política de expansión territorial.

La primera víctima de esta política fue Austria. País con población e idioma de origen germano, antes un gran imperio y entonces una pequeña república, fue fácil presa de la propaganda nacional-socialista. En marzo de 1938 Hitler ocupó militarmente a Austria, el canciller austríaco Schuschnigg llamó a un plebiscito, y por voluntad popular fue ratificada la anexión a la Gran Alemania. En ese mismo año, Gran Bretaña, siguiendo la política pacifista de su primer ministro Neville Chamberlain, buscó con ahínco un acercamiento a Alemania e Italia. Al rey de este último país, Víctor Manuel III, lo reconoció como emperador de Abisinia, a cambio de la promesa de retirar la ayuda italiana al general Franco, que entonces luchaba contra el gobierno republicano de España. De hecho, y sólo a cambio de promesas, se había reconocido como legítima la agresión contra un país. Los gobiernos de Italia y de Alemania creyeron haber amedrentado a los demás países y pensaron en consolidar lo que habían obtenido y aumentar su expansión.