LA INDIA PINTORESCA Y MISTERIOSA


La historia de la India es mucho más antigua que la de los países europeos; de ella y de sus habitantes conocemos datos anteriores a Jesucristo en más de dos mil años. Antes que Moisés sacara de Egipto a los hijos de Israel, y aun antes del nacimiento de Abraham, ya había sido conquistada la parte norte de la India por un pueblo de lengua aria. Los sabios han descubierto que todos los idiomas europeos se han formado gradualmente de uno conocido muchos siglos ha por sus antecesores. Todas las lenguas derivadas de él se denominan arias o indoeuropeas; y precisamente, porque los conquistadores de la India, hace más de cuatro mil años, hablaban un idioma ario, sabemos que procedían del mismo tronco común a los pueblos que habitaron en Europa.

Ahora bien, el habla de los pueblos primitivos de la India era muy distinta. Cuando los arios penetraron en el país por los pasos de las montañas del Noroeste, no destruyeron enteramente a sus pobladores, sino que los redujeron a la esclavitud; los que pudieron huyeron ante ellos y se internaron en el país montañoso, más difícil de conquistar que los grandes llanos. Así, pues, los arios se hicieron señores de todas las ricas tierras del Indostán, y conservaron como esclavos a muchos de los antiguos habitantes, empleándolos en las faenas más humildes. Éste fue el origen de las cuatro castas. Tres de ellas eran de los conquistadores; una incluía a los brahmanes, los sacerdotes y los sabios; otra, a los guerreros, y la tercera, a todas las personas que ejercían empleos tenidos por menos honrosos que aquellos. La cuarta casta la componía el pueblo conquistado, al que se consideraba como enteramente despreciable; en esta última había varias gradaciones.

Progresivamente los arios fueron extendiendo su dominación a la mayor parte de la región montañosa, si bien no la poseyeron de una manera tan completa como a las grandes cuencas del Ganges y del Indo; de modo que, en vez de hacer esclavos a todos los habitantes primitivos, se mezclaron con ellos. Por esto, en el Sur son más escasos los representantes puros de las dos primeras castas.

Como no les fue fácil a los invasores penetrar en la India, constituyéronse grandes reinos en el Indostán y en el Decán, que tuvieron pocas relaciones con el mundo situado más allá de sus barreras de montañas; sus habitantes apenas supieron algo de los grandes imperios de Babilonia, Asiría y Egipto.