La biblioteca que guarda muchos de los más antiguos libros del mundo


Además de los impresionantes tesoros artísticos, el Vaticano posee una de las bibliotecas más valiosas del mundo, entre cuyos volúmenes se incluyen más de sesenta mil manuscritos en lenguas orientales y occidentales; tal vez el más famoso de ellos sea el Codex Vaticanus, del siglo iv de nuestra era, uno de los más antiguos manuscritos sobre pergamino que se conocen hasta la fecha.

La Fundación Carnegie destinó una crecida suma para reordenar y fichar los ejemplares de la biblioteca pontificia, que hoy es una de las mejor organizadas que existen en el mundo.

La Ciudad del Vaticano emite sus propios sellos postales y acuña moneda; su ejército no es numeroso ni está equipado con armas modernas. El principal cuerpo está formado por unos cien hombres, reclutados en los cantones suizos. Constituyen la famosa Guardia Suiza, cuyo uniforme azul y oro, en listas, fue diseñado por Miguel Ángel y se halla en uso desde el siglo xvi. Otro cuerpo es el de la Guardia Noble, formado por jóvenes de las principales familias de Roma, de actuación en las grandes ceremonias, y la Guardia Palatina, que cubre servicio en las antecámaras y también en las solemnidades. Los cuidados de seguridad y policía son desempeñados por un cuerpo creado en 1818 por el papa Pío VII: los Gendarmes Pontificios, que tienen a su cargo todos los menesteres comunes a sus colegas.

Y así nos alejamos del pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano, llevando como recuerdo una banderita en la que, sobre las dos bandas verticales, una blanca, amarilla la otra, se asientan las armas pontificias: la triple tiara papal, sobre dos llaves cruzadas (las llaves de san Pedro), una de oro, la otra de plata, unidas por una cuerda roja. En una bandeleta se lee “Stato della Cittá del Vaticano”.