Japón invade China y crea el estado independiente de Manchukuo


China, que laboriosamente se reponía de los desastres de sus guerras civiles, se vio continuamente asediada por los japoneses. En el año 1931 los ejércitos del Mikado, con el pretexto de proteger intereses japoneses, ocuparon Mukden y proclamaron al Manchukuo, Estado independiente, que sólo fue en realidad un protectorado japonés. Imposibilitado de oponerse por la fuerza, el gobierno de China procuró concertar algunos arreglos. Empero, todas sus proposiciones fueron rechazadas, y en el año 1937 estalló la guerra entre los dos países. Rápidamente y con gran despliegue de poderío los japoneses invadieron todo el litoral de China, se apoderaron de los principales puertos y establecieron un verdadero bloqueo que impidió a los chinos recibir cualquier clase de ayuda del exterior. Sin embargo, la sorpresa de los primeros momentos fue rápidamente vencida por los chinos y a pesar de la enorme superioridad bélica de su invasor, los progresos de éste se volvieron cada vez más lentos. Cada chino se convirtió en un soldado, y cada palmo de terreno perdido costaba al enemigo mucho derramamiento de sangre.