Los empreadores que gobernaron el mundo durante trescientos años


Augusto fue el primero de una serie de emperadores que dominaron el mundo durante tres siglos. Casi todos ellos contribuyeron a hacer de Roma una urbe magnífica, cuya grandeza perdura aún gracias a las obras de sus artistas. También sobrevivió a los Césares el relato de sus extravagancias y de sus crueldades, y así, unido a la buena memoria de un Augusto, de un Trajano y de un Marco Aurelio, se nos presenta un Calí-gula, un Nerón, un Heliogábalo. Vemos a los romanos celebrar banquetes entre lluvias de pétalos de rosas, escuchar las historias de los griegos a orillas del azulado mar Tirreno, o acudir en multitud a los circos donde se llevaban a cabo espectáculos de exaltación de la fuerza, la destreza y la barbarie. Y mientras el lujo y la disipación lo iban minando y corrompiendo todo, allá, en las lejanas fronteras del Imperio, pueblos jóvenes y vigorosos iban ganando terreno poco a poco. A mediados del siglo m las legiones romanas comenzaron a retirarse ante el empuje de los terribles godos, y la estructura del Imperio comenzó a vacilar. Los francos invadieron la Galia y penetraron en España.