Julio César, uno de los hombres más notables de todos los tiempos


Durante el siglo i antes de J. C, Roma fue fecunda en grandes hombres; entre ellos se destaca Pompeyo, que limpió de piratas el Mediterráneo, arregló los asuntos de Asia, asestando el golpe final al rey del Ponto, Mitrídates, y conquistó grande influencia en la misma Roma. Pero sobre todo, Roma debió sentirse orgullosa de ser la patria de Cayo Julio César, uno de los hombres más célebres del mundo como general, como estadista y como historiador. En el año 60 antes de Jesucristo fue nombrado cónsul juntamente con Pompeyo y Craso, y obtuvo el gobierno de las Galias, cuya conquista nos ha dejado relatada en sus famosos Comentarios de la Guerra de las Galias. César sometió toda la región que va desde los Pirineos al oeste del Rin, y llegó hasta el sur de Inglaterra. Su gobierno de las Galias unió a aquellos pueblos con Roma íntimamente, introduciendo las costumbres romanas, levantando edificios y trazando carreteras, y también provocando adhesión por su benevolencia y rectitud. Cuando creyó que podía dejar con toda seguridad esa provincia, y siendo ya un general afortunado y querido por sus tropas, se dispuso a realizar los planes que había concebido para cambiar el régimen de gobierno.

De los triunviros, y habiendo Craso muerto en combate contra los partos, Pompeyo y César quedaban para disputarse el poder supremo. Cuando el Senado se negó a votar lo que César proponía, éste marchó sobre Roma desde las Galias al frente de su ejército y pasó el Rubicón, dispuesto a confiar a las armas la solución de la crisis. Pero sólo al año siguiente enfrentó a Pompeyo en Grecia, quedando César vencedor.