Célebre y concisa misiva de tres palabras, resumen de su rapidez


En los años siguientes, no se dio César reposo y, al frente de las legiones romanas, combatió en Egipto, en Siria, en Capadocia; sus victorias se sumaban, una tras otra, y en ocasiones sus triunfos fueron fulmíneos, como aquél que obtuvo venciendo a Farnaces, rey del Bosforo, y que motivó la célebre carta de César en la cual con sólo tres palabras dio cuenta de su campaña: Veni, vidi, vid, es decir, “Vine, vi, vencí”.

De Asia tornó a Roma, de Roma al África, de África a España; cuando volvió a Roma, un año antes de su asesinato, era ya el señor absoluto del Imperio Romano.