Un caudaloso río que no tiene nacimiento y que no llega al mar


Las dos importantes ciudades de Kashgar y Yarfcand, situadas en las rutas comerciales de China a la India y Rusia, se hallan en el linde oeste del Turquestán oriental o chino, donde la bajada de los ríos desde las alturas del Pamir percultivar parte de esta extensa  región.

Al gran explorador sueco Sven Hedin, que permaneció durante mucho tiempo en el Turquestán chino, se debe casi todo cuanto se sabe referente al gran río Tarim y sus tributarios. Cruzando las montañas que salen de Pamir desde el término del ferrocarril transcaspiano, dicho viajero arribó a Kashgar, donde se celebraba una feria. Sin detenerse casi, continuó su camino hasta llegar a una ciudad, en la parte más alta del río. Después de haber reunido las provisiones y los bogadores indígenas necesarios, se embarcó en una extraña lancha, y así emprendió un maravilloso viaje por el Tarim. río tan largo como el Danubio. Pero al contrario de lo que ocurre con este y otros muchos ríos, el Tarim no tiene desembocadura, y sus aguas no llegan nunca al mar. sino que se pierden, después de un camino largo y tortuoso, a través de una muy dilatada extensión cubierta de arena, en diferentes lagos, en los que es característica la escasa profundidad.