Italia prepara su independencia a través del risorgimento


Los italianos cedieron por el momento a la imposición extranjera, pero en secreto continuaron defendiendo y propagando las ideas de independencia y unidad, a la vez que apelaban a todos los recursos para liberarse del yugo austríaco. Los patriotas constituyeron un movimiento secreto llamado Risorgimento, cuyos adherentes se reunían en lugares despoblados, o en lo profundo de los montes, a donde acudían disfrazados de carboneros, por lo que se los conoció con ese nombre. Varios alzamientos locales fueron reprimidos sangrientamente por los que detentaban la fuerza y el poder. Los poetas exaltaban a la patria italiana unificada. Las voces de Leopardi, Manzoni y Guerrazzi se unieron a la de Mazzini, que fundó un periódico llamado La Joven Italia, en el que reclamaba la libertad y la igualdad para los ciudadanos italianos, así como la unidad de la patria.

Algunos creyeron encontrar al campeón de la resurrección de Italia en el papa Pío IX. porque había dado a los ciudadanos de sus estados las más amplias libertades. A él acudieron aclamando la guerra por la independencia, y el Pontífice bendijo al pueblo desde uno de los balcones del Quirinal. Esta actitud dio extraordinario impulso al movimiento de los patriotas, incrementado por la noticia del estallido, en 1848, do una revolución en Viena. Sublevóse Venecia, arrojó a los austríacos y proclamó la República de San Marcos.

En Milán estalló otra rebelión, en la que el pueblo, casi sin armas, asaltó el palacio gubernamental y rechazó a los soldados austríacos. El jefe austríaco de la guarnición metropolitana pidió un armisticio, que no le fue concedido, y se vio obligado a abandonar la ciudad en manos de los patriotas. Ante estos acontecimientos, el rey Carlos Alberto de Piamonte declaró la guerra a Austria; pero, polla defección del Papa y del rey de Nápoles, quedó solo frente a los austríacos; y, aunque logró algunas victorias, fue finalmente derrotado.

En marzo do 1849, Carlos Alberto quiso volver a intentar la empresa., pero el ejército austríaco no estaba desapercibido. Los piamonteses fueron de nuevo derrotados. Austria impuso condiciones y pactos a! rey Carlos Alberto, el cual abdicó en favor de su hijo Víctor Manuel.