El hombre selecciona sus alimentos pero no lo hace siempre bien


El hombre se nutre con una gran variedad de alimentos que escoge según sus preferencias o sus posibilidades. Hay pueblos cuyo principal alimento son las frutas y vegetales, como los montañeses del Himalaya; otros que utilizan la leche de sus ganados, como los beduinos, o bien la carne de animales y peces, como los esquimales. Todos ellos, a pesar de lo diferente de su dieta alimenticia, son de gran fortaleza física. Hay diversas razones por las cuales un pueblo determinado o un individuo escogen ciertos alimentos con preferencia a otros. Importa conocer estas razones, puesto que de esta manera es posible subsanar defectos en la alimentación que acarrean perturbaciones más o menos graves de la salud.

El hábito alimenticio es una de las razones que se deben tener en cuenta. En los países de América, donde hay tantos descendientes de europeos, es posible observar que las familias de origen español gustan de platos distintos, por ejemplo, de los que agradan a las familias de origen francés o italiano. Esta diferencia en el hábito alimenticio modifica incluso la importancia relativa de las comidas; y así, sabemos que en los países latinos las principales son el almuerzo y la cena, mientras que para los sajones tiene gran importancia el desayuno.

Incluso dentro de las familias que constituyen un mismo pueblo hay varios grupos, lo mismo que entre los individuos de una misma familia. Las preferencias que manifiestan algunas personas por ciertos alimentos o, por el contrario, su disgusto, son en ocasiones difíciles de explicar, aunque a veces se deben a la forma en que es preparado el alimento o a que éste produce síntomas molestos de intolerancia. A algunos, por ejemplo, no les gusta o no toleran la leche, a otros, los huevos o el pescado, etc.

Otra de las razones por las cuales la dieta varía en las diversas poblaciones, consiste en la existencia de determinados productos en el mercado. Es evidente que los habitantes de las costas tienen más posibilidades de conseguir peces marinos que los de la montaña. Ya se mencionó que hay países como el Japón, Noruega e Inglaterra que hacen de ellos gran consumo, en tanto que no ocurre lo mismo en Paraguay o en Bolivia. El creciente aumento de los medios de transporte hace cada vez más simple la obtención de alimentos extraños a la zona en que se vive. Además, el desarrollo extraordinario de la aviación ha permitido dar un paso más en este sentido, y por ejemplo, hoy se pueden comer en Nueva York frutas tropicales que por otro medio no llegarían desde su lugar de origen en buenas condiciones.

Otro factor que se debe tener en cuenta para la elección del régimen de comidas es el costo del alimento. Hay alimentos cuyo precio es elevado, y otros baratos; naturalmente, estos últimos están al alcance de todo consumidor. La carne, la leche, los huevos, etc., todos ellos alimentos de primera calidad, son muy poco consumidos en la mayoría de los países por su elevado precio. Dentro de un mismo país las clases sociales más acomodadas tienen la posibilidad de adquirir mejores alimentos, y por ello se observa que hay enfermedades que atacan a los pobres, mal alimentados, y respetan a los ricos. Por ello es una obligación de todo gobierno hacer que los buenos alimentos estén al alcance de todos los bolsillos.

Por último, existen varias razones de índole particular que influyen sobre el régimen alimenticio. Una de ellas es la temperatura ambiente, que obliga a los habitantes de países tríos a buscar alimentos ricos en grasas, que, al quemarse, les proporcionarán gran número de calorías. Sabemos también que el trabajo manual pesado, como el de picapedrero o leñador, exige alimentación abundante, nutritiva, rica en elementos combustibles, y lo contrario ocurre a los que su dedican a trabajos sedentarios, pues una comida pesada hasta puede serles inconveniente.

Actualmente se ha avanzado muchísimo en el estudio de la alimentación más conveniente para ciertas profesiones o estados físicos normales o en ¡a enfermedad misma, y sabemos que hay médicos especializados quo son los que prescriben la alimentación que corresponde dar a los niños, a los viejos, a los deportistas y a cada enfermo en particular.