La hemoglobina transporta el oxígeno a todo nuestro cuerpo


Debe ser grande la utilidad de la hemoglobina, y lo es en efecto, porque ella es la que reparte por todo el cuerpo el oxígeno que absorbemos al respirar. Ya sabemos que toda célula viva, si no respira, muere. Pues bien, toda célula viva de nuestro cuerpo, ha de respirar oxígeno; de no ser así, muere, y del único modo como puede obtener este oxígeno es por medio de la sangre, y el único medio que tiene la sangre para llevárselo, es la hemoglobina. Ahora bien, con lo dicho comprenderemos más fácilmente la actuación de la hemoglobina.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que la sangre está circulando continuamente por el cuerpo, y al hacerlo, pasa por los pulmones. En pocos minutos, algunos dicen exactamente cada cuatro, todos los glóbulos de la sangre han pasado por los pulmones, yendo después a las diversas partes del cuerpo, y así sucesivamente, hasta que su vida está agotada y nuevos glóbulos los reemplazan. El pasar repetidamente por los pulmones es con el fin de proveerse del oxígeno que encuentran allí. A veces, al hacerlo, encuentran en ellos gases perniciosos que los dañan; pero esto no es por culpa de los glóbulos, que sólo van a los pulmones en busca de oxígeno, sino nuestra, que los exponemos a los gases venenosos que hemos respirado, y que al perjudicar a los glóbulos, perjudican nuestra propia salud.

Ahora, lo que debemos tener especialmente en cuenta, es que la parte líquida y los glóbulos blancos de la sangre, a su paso por los pulmones, no pueden llevarse una cantidad de oxígeno suficiente para las necesidades del cuerpo. Esto sólo pueden hacerlo los glóbulos rojos, debido a la hemoglobina que contienen.