Nomenclatura utilizada para identificar las vitaminas


Se llaman provitaminas a ciertas sustancias que no tienen acción vitamínica por sí mismas, pero que la adquieren al ser introducidas en el organismo.

Desde un comienzo, las vitaminas se han designado con las letras del alfabeto: vitamina A, B, C, D, E, etc., pero a medida que se han identificado como especies químicas se les ha adjudicado el nombre de la nomenclatura química respectiva. En la actualidad se usan nombres y letras convencionales porque son abreviaturas más fáciles de recordar. Se han descrito más de 20 vitaminas, muchas de ellas necesarias para el desarrollo de los gérmenes, bacterias o levaduras; las más tienen importancia en la nutrición humana.

En términos generales se puede decir que existen dos clases de vitaminas: unas solubles en las grasas y otra que lo son en el agua. Las primeras se denominan liposolubles, y las encontramos disueltas en las grasas naturales; las segundas, se denominan hidrosolubles y se encuentran disueltas en el agua de los tejidos.

Las vitaminas liposolubles son: A, D, E y K. Las hidrosolubles son: B, o complejo B, C, P y PP.