Cómo nuestro ojo enfoca alterando la forma del cristalino


Es muy interesante saber que el procedimiento de que se vale el hombre para enfocar en todos los instrumentos ópticos que constituye es el de que se vale también el ojo. El cristalino se aproxima o aleja de la retina, o sea, de la membrana o pantalla de la parte posterior del ojo. Pero en todos los tipos elevados de ojo, como el nuestro, no se sigue este método. No hay medio de correr el cristalino adelante y atrás para colocarlo a la distancia conveniente del objeto que se está mirando. Su distancia de la retina es fija. El procedimiento de los ojos superiores no es alterar su posición, sino cambiar su forma. Por esta razón, el cristalino debe ser de una elasticidad perfecta, a fin de que recobre exactamente su forma redonda, así que deja de ser aplanada, dentro del saco eme lo contiene.

Esto significa que la forma del globo del ojo es también muy importante. Un globo ocular puede ser alargado de delante atrás, y entonces el cristalino está lejos de la retina, o bien puede acortarse en la misma dirección, y en este caso el cristalino se encuentra más cerca de la retina. Si en ambos casos el cristalino tuviese la misma forma, no se acomodaría bien a la función visual. Así pues, a consecuencia de la variación de la forma del globo ocular, las distintas curvaturas de la córnea y, finalmente, por la diferente convexidad del cristalino, encontramos gran número de personas cuyos ojos no están muy adaptados a toda clase de funciones.