Los maravillosos conos que nos permiten distinguir los colores


Muy recientemente se han hecho interesantes trabajos en el estudio de la retina, especialmente de la mancha amarilla, en diferentes animales. Sin embargo, todavía no se ha hecho lo bastante para poder entrar en mayores detalles acerca del asunto; pero parece seguro que los conos son más admirables que los bastones y tienen mayor número de funciones.

Los conos aparecen con posterioridad a los bastones en la serie de los vertebrados, y parece ser que la reunión de conos solamente en un lugar determinado, con exclusión de los bastones, formando una mancha amarilla, ocurre tan sólo en los vertebrados superiores, esto es, en las aves y los mamíferos. Hay también razones para creer que en toda la retina, pero especialmente en las proximidades de la mancha amarilla, ha habido una evolución gradual en la cuestión de la percepción de los colores, debida, y de modo exclusivo, a estos maravillosos conos.

Parece que se ha demostrado que si dos cosas han de ser vistas como dos, la luz que emitan debe caer sobre dos conos de la retina. Si las dos cosas son muy pequeñas o están muy lejos y demasiado juntas, de modo que la luz de ellas cae sobre el mismo cono de la retina, se ven como una sola. Tal sucede con las estrellas dobles, tan frecuentes en el firmamento, pues a cada nuevo perfeccionamiento introducido en el telescopio se ve que muchas estrellas que creíamos simples son en realidad dobles.