Importancia de observar preceptos higiénicos con la leche


Una condición esencial para que la leche llene sus finalidades de alimento perfecto es la higiene en su manipuleo, y el cuidado de la misma cuando se la guarda en los hogares.

La primera precaución higiénica se debe tener en los lugares donde se ordeñan las vacas u otros animales cuya leche se aprovecha, y consiste en la limpieza adecuada de los locales y en la perfecta salud de los obreros que se ocupan de estos menesteres. Por ello. en las granjas modernas se utilizan elementos apropiados, y poco a poco se procura desplazar la mano del hombre por el uso de procedimientos mecánicos. El ordeñe manual está suplantado por ordeñadoras automáticas que con toda limpieza extraen la leche de las mamas del animal, la filtran y depositan en envases especiales, que previamente han sido lavados cuidadosamente y esterilizados, es decir, privados de microbios por medio de vapor a alta temperatura o hirviéndolos. A estas precauciones se agrega el control de la salud de los obreros; nada valdrían los métodos modernos de ordeñe si los hombres encargados de vigilar estas tareas estuvieran atacados de enfermedades infecciosas, y por ello son sometidos a revisaciones médicas periódicas. De este modo se evita toda contaminación de la leche que pueda provenir del medio donde se la ha extraído.

Sin embargo, estas medidas no bastan, también es necesario cuidar la salud de los animales que nos proveen de tan precioso líquido, y se hacen inspecciones, por veterinarios, de los animales y lugares donde se los guarda o apacenta, pues las vacas pueden ser peligrosos agentes de transmisión de la tuberculosis y de otra enfermedad conocida con el nombre de fiebre aftosa, y las cabras, de la llamada fiebre de Malta.