El comer bien es la base de la buena nutrición


Verdaderamente, resulta pesado que se nos diga y repita continuamente que mastiquemos bien el alimento antes de tragarlo; pero la costumbre de respirar solamente por la nariz, de lo cual ya hemos tratado, y la de masticar bien, son parte importante en la conservación de la buena salud, sin la cual no se puede ser feliz ni útil en este mundo. Sería perder el tiempo vanamente, si al estudiar nuestro cuerpo, su constitución y funcionamiento, no aprendiéramos el modo de conservar bien nuestra salud; pero podemos aprenderlo, y ésta es la razón por la cual debemos estudiar nuestro organismo, hasta conocerlo mil veces mejor que ahora. Verdaderamente lo conocemos muy poco; pero sobre lo poco que sabemos de él debemos obrar, y entonces este conocimiento se convierte en algo que vale más, en prudencia.

No hemos dicho el nombre del fermento que se encuentra en la saliva, ni los nombres de las diversas glándulas salivales, ni hemos escrito la fórmula química que nos demuestra la transformación del almidón en azúcar al combinarse con el agua. Todo esto es muy interesante; mas a su tiempo lo estudiaremos. Lo que por el momento nos interesa es conocer nuestros deberes para con nuestro propio cuerpo, y cumplir con ellos.

Pero al estudiar la boca encontramos, a más de los labios que la cierran, de la membrana mucosa que tapiza su interior, de los dientes de que está provista, y de la saliva que a ella afluye, otro órgano maravilloso: la lengua.