El alimento que todo ser viviente necesita para compensar las pérdidas que experimenta


Todo ser viviente necesita cierta cantidad de sustancias proteicas, que reparen las pérdidas que en su propia sustancia experimenta; pero tan sólo una clase de seres vivientes, los que tienen clorofila, son capaces de fabricar por sí mismos las referidas sustancias proteicas. Todos los demás, sin excluir las plantas desprovistas de clorofila, y todos los animales, necesitan que se les suministren proteínas elaboradas, y existen muchas clases de sustancias proteicas; pero la mayor parte de ellas constituyen alimentos apropiados para nuestro organismo, tanto si proceden del reino animal como del vegetal, y la digestión las transforma en la proteína especial existente en nuestra sangre.

Aunque un individuo recibiera abundante alimentación de agua, sales, almidón, azúcar y grasa, no podría subsistir si no recibiera además una cantidad suficiente de sustancias proteicas; pero debemos tener presente que las proteínas no se necesitan como combustibles, porque el azúcar y el almidón desempeñan mejor las funciones de tales, sino que se requieren para reparar las pérdidas que nuestro cuerpo constantemente experimenta, el desgaste orgánico. Las proteínas, en caso de necesidad, pueden actuar también de combustibles, por lo que es posible vivir sin ingerir grasas o hidratos de carbono, como hemos visto ya. Algunas personas hacen de las proteínas un uso excesivo, especialmente en forma de carne, únicamente para satisfacer el paladar, pero olvidan las consecuencias que puede acarrear semejante conducta.