Los dientes no son más que excrecencias de la piel


No pretendemos discutir aquí largamente la formación de los dientes, aunque ya le llegará su turno a este asunto: sólo queremos demostrar que los dientes y muelas no son otra cosa que excrecencias de la piel ni más ni menos que las uñas y el pelo. La historia de los dientes empieza en los peces, en los cuales se puede ver claramente que éstos no son más que una hilera especial de avances de la piel sobre las mandíbulas. Nuestros dientes, como los de los cuadrúpedos, están formados de una especie de pliegue de la piel que viste la boca. Las aves son los únicos animales desprovistos de dientes, aunque sabemos que las primitivas los tenían; mas de ello no se conserva ningún ejemplar. En su lugar tienen un pico que es asimismo una excrecencia de la piel.