Cómo conspiraron contra Dantés sus enemigos


Por tal manera se habían apoderado los celos del pescador Fernando, que su ansia única era quitar a Edmundo de en medio, antes de que pudiese ser esposo de Mercedes. Afortunadamente para sus planes, encontró un conspirador espontáneo en Danglars, quien vio al punto en la visita del joven oficial a la isla de Elba un motivo de arresto y de proceso.

Un sastre, llamado Caderousse, que gozaba al principio de la confianza de los conspiradores, empezó luego a sospechar que el complot que tramaban contra el joven capitán era en extremo peligroso, y así lo hizo presente a sus compañeros, aconsejándoles que desistieran de él.

Aparentando conformarse con el parecer de Caderousse, los otros dos prosiguieron sus gestiones a fin de eme llegase secretamente la denuncia a las autoridades; y en efecto, Danglars, que se hallaba presente en el banquete de bodas, al cual Fernando, excitadísimo en extremo, había dejado de asistir, tuvo la viva satisfacción de ver al pobre Edmundo detenido por un magistrado y enviado al Ayuntamiento, en el momento de levantarse de la mesa para dirigirse a la iglesia con Mercedes, a celebrar la ceremonia nupcial.