La atmósfera: prodigioso océano de aire que nos envuelve


Nosotros nos sostenemos y Caminamos gracias al apoyo que nos brinda el suelo; respiramos, merced a nuestros pulmones, el aire de la atmósfera. Cuando estamos en la costa del mar, aunque no hayamos reparado nunca en ello, en verdad estamos en la zona de separación de tres importantes componentes de la Tierra: el agua, el aire y la tierra. Los mares y continentes están sólo en contacto a lo largo de las extensas líneas de las costas. Pero en cambio la atmósfera se mantiene en contacto más íntimo con el mar y con el suelo, a través de la enorme superficie de los continentes y de las inquietas aguas marinas.

Comparada con el tamaño del globo terrestre, la atmósfera es una capa gaseosa bastante delgada. Tiene unos 2.000 kilómetros de espesor, lo cual es muy poco comparado con los 6.300 kilómetros del radio terrestre. Esa delgada capa es la que permite la vida de todos los seres animales y vegetales que pueblan la Tierra.

Casi todo el aire de la atmósfera está en las capas más bajas. Cuando se asciende a una montaña la cantidad de aire disminuye, hasta que se llega a alturas en que es muy difícil y hasta imposible la respiración. Podemos considerar que el aire es todavía respirable hasta los 6.000 metros, más o menos, aunque no para todas las personas. A mayor altura el aire está tan enrarecido, que sólo hombres bien adiestrados y fuertes pueden respirar en él; asimismo, deben auxiliarse con tubos de oxígeno. Recordaremos, por haberlos visto en fotografías o en exposiciones, el equipo necesario para llevar a cabo las grandes ascensiones a las cumbres más altas del globo. Con. aire muy enrarecido, la atmósfera se extiende todavía hasta unos cuatrocientos kilómetros, hasta el espacio que suponemos vacío. El peso de toda esa enorme masa de aire que soporta la superficie del suelo, del mar y de todos los objetos, constituye la presión atmosférica, que puede medirse por medio de aparatos como los barómetros. Cuanto mayor es la altura, menor es la presión atmosférica. A medida que se asciende en la atmósfera, disminuye la temperatura; pero a alturas muy grandes ella se eleva de nuevo, aunque el aire es allí tan poco denso que no lograría calentar un cuerpo sólido.

Todos los fenómenos meteorológicos, como nubes, vientos y tormentas, se producen en la capa más baja, llamada troposfera, que alcanza hasta los 12 kilómetros. Luego viene otra capa llamada estratosfera, que es muy calma. Más arriba, hasta gran altura, se extienden otras capas, varias de las cuales están electrizadas y tienen la propiedad de reflejar las ondas de radio que las alcanzan.

En cuanto a la composición del aire, ésta varía de acuerdo con la \ altura y otros factores menos importantes. En las capas más alejadas del suelo se hallan los gases más livianos, tales como el helio y el hidrógeno. Los gases más densos forman una mezcla bastante íntima en la porción de la atmósfera próxima a la Tierra, y ésta composición ofrece escasas variantes en sentido horizontal. El nitrógeno y el oxígeno son los elementos dominantes en la composición del aire, que contiene, además, un grupo de gases inertes, vapor de agua, polvo etc.