¿Son las estrellas muy parecidas a nustro sol?


Tan lentamente se mueve Plutón por su órbita que podemos considerarlo fijo. Sin embargo, debido al movimiento anual de la Tierra, parece oscilar levemente alrededor de un punto. Esa oscilación es aparente, resultado de nuestro movimiento que en cada día nos hace cambiar de punto de referencia. Es lo que sucede cuando giramos en una calesita o tiovivo: los árboles que nos rodean parecen desplazarse contra el fondo del paisaje; los más lejanos parecen moverse menos que los más cercanos.

Un astro sumamente distante, apenas evidencia su desplazamiento anual. Tal es el caso de las estrellas, que parecen estar fijas en el cielo. Por mucho que las miremos, no vemos que cambian de sitio en las constelaciones que forman. Pero, por muy lejanas que estén, podemos imaginar que oscilan año tras año, en forma imperceptible a simple vista.

Los astrónomos Bessel y Struve, en Alemania y en Rusia respectivamente, lograron observar, en el siglo pasado, la oscilación anual de las estrellas, pequeñísima a consecuencia de las enormes distancias a las cuales se hallaban, que superan en millares y millones de veces la distancia que nos separa del Sol. Un rayo de luz, que emplea sólo 8 minutos para recorrer el espacio que nos separa del Sol, tarda años, y hasta siglos en llegar desde las estrellas.

Comparados con las estrellas, los planetas resultan próximos vecinos de nuestro globo. Podemos hacer ahora otras comparaciones. Las estrellas son astros gigantescos, análogos al Sol, y poseen luz propia. En cambio los planetas son astros mucho más pequeños, análogos a la Tierra o a la Luna, que no irradian luz, y brillan porque reflejan la luz solar. El Sol es una de las tantas estrellas que difiere mucho en aspecto de ellas, por estar relativamente cerca de nosotros. Junto con la Tierra, la Luna, los planetas y otros astros que estudiaremos más adelante, constituye la gran familia que recibe el nombre de sistema solar.