La velocidad de las estrellas puede determinarse si empleamos el análisis electroscópico


Debemos recordar que una estrella está a enorme distancia de nosotros; tan lejos que, aunque se mueva a grandes velocidades, parecerá que está siempre en el mismo sitio. Si se mueve en forma lateral, con respecto a nuestra vista, ese hecho puede observarse con los instrumentos de gran precisión que existen actualmente. Pero si se mueve precisamente en la dirección de nuestra visual, es decir que se acerca o se aleja de nosotros, no podremos reconocer el fenómeno ni valiéndonos de los más poderosos instrumentos. Para poder notar que una estrella se acerca o se aleja de nosotros debería ser observada durante miles y miles de años.

Ahora bien: si una fuente luminosa se desplaza a gran velocidad, en línea recta con un espectroscopio, acercándose o alejándose de él, las imágenes coloreadas que aparecen en el espectro experimentan un pequeño cambio de ubicación. Cuanto más velozmente se mueva la fuente luminosa, tanto más se desplazará el espectro con respecto a su situación normal. Se comprende, pues, de qué manera se puede determinar la velocidad de una estrella con este aparato.

Si el espectro de la estrella que observamos aparece algo desplazado de su situación normal, dicho cuerpo celeste se acerca o se aleja de nosotros.

Según el desplazamiento del espectro, los astrónomos pueden hacer cálculos que les permiten determinar las velocidades que tienen las estrellas, en kilómetros por segundo.