Mahatma Gandhi y el mensaje de León Tolstoi


Gandhi amaba la lectura. Entre sus escritores favoritos ocupaba el primer lugar el ruso León Tolstoi, cuyas ideas fundamentales quedaron grabadas en su corazón, como acontece con aquellas que coinciden profundamente con los sentimientos personales, con las propias ideas de toda una vida. Y es que el autor ruso sustenta, como fondo filosófico de sus obras, la idea fundamental de la no resistencia al mal, de amor incondicional a la verdad, del imperio necesario de la castidad. Para Tolstoi, como para Gandhi después, el mal sólo puede ser combatido con el bien, pues oponer el mal al mal es aumentar la cantidad de mal que ya hay en el mundo. Solamente aumentando la cantidad de bien, hasta que éste sea dominante, se asfixiará al mal, que desaparecerá del alma del hombre. La violencia es un mal y, por lo tanto, la injusticia no debe ser combatida con la violencia. La verdad triunfará por sí misma, en idéntica forma, por la desaparición progresiva de la mentira que ensombrece al mundo.

Todas estas ideas tienen su origen en los Evangelios; así Gandhi, a través de Tolstoi y del conocimiento directo de las Sagradas Escrituras, toma del cristianismo ideas fundamentales, coincidentes, además, con los principios milenarios de la tradición védica, y con ciertos aspectos del pensamiento búdico y de otras religiones orientales. Es así como parecen confluir a él, unificándose, las ideas básicas de religiones distintas para dar origen a otro gran principio: el de la tolerancia de todas las religiones, ya que todas ellas poseen una parte de la Gran Verdad. Consecuentemente, lucha por la eliminación de las guerras religiosas, de los fanatismos de secta, toda vez que ellos engendran la violencia y, por consiguiente, el mal.