MÁXIMAS DE MARCO AURELIO


No es absolutamente necesario abandonar la ciudad para encontrar la paz. Tendríamos que aprender un medio de separarnos de nosotros mismos, y así hallaríamos una paz perfecta, aun en el caso de que nos rodeara una multitud.

Dice Marco Aurelio: “Cuando un hombre llega a viejo, quiere decir que en él se continúa y prolonga la simple vida animal. Respira, se alimenta y tiene toda clase de necesidades; pero puede suceder que, para hacer un uso verdadero de sí mismo, para distinguir entre lo que parece y lo que verdaderamente es, para todos los pensamientos nobles y el estudio de sus semejantes, se encuentre ya perfectamente muerto.

“No obres como si tuvieras diez mil años para vivir: la muerte nos está tocando con los codos. Procura, mientras vivas, servir para algo que esté dentro de tus aptitudes. Pronto has de ser devuelto a esa fuerza directora del Universo que te dio la vida.

“Un buen sistema de vivir es el de desprenderse de las cosas innecesarias. La mayor parte de lo que hacemos y decimos no es necesario. Si prescindiéramos de ello, tendríamos más tiempo y menos disgustos. El hombre ciego es el que deja sin ojos a su pensamiento. El pensamiento es lo que da la vida, y no el cuerpo -dice Epicteto-; eres un alma viviente que arrastra consigo un cuerpo.

“Si queremos conocer bien el exacto valor de las personas, habremos de estudiar lo que piensan, qué persiguen y cuáles son las cosas que desprecian. El hombre vale más o menos según sea el valor de aquellas cosas a las cuales ha consagrado su vida.”


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