Las fuerzas que unen o separan a las moléculas


Conviene que estudiemos con más detalles este ordenamiento de las moléculas, pues entre ellas actúan, ciertas fuerzas. Cuando una molécula está al lado de otra puede ser repelida o atraída, según el estado en que está el cuerpo. A la fuerza de atracción entre las moléculas se la llama fuerza de cohesión; a la fuerza contraria se la denomina fuerza de repulsión.

Quiere decir entonces que, en el caso de un sólido, la fuerza de atracción o de cohesión entre las moléculas es más grande que la de repulsión; por eso las moléculas tienden a apretarse unas contra otras. En los líquidos pueden ser iguales ambas fuerzas. En algunos, sin embargo, la fuerza de cohesión es más fuerte que la de repulsión y entonces es más fácil que no se deslice. Es el caso de la miel y de todos los líquidos llamados viscosos. La viscosidad de un líquido es justamente la resistencia que presenta al deslizamiento. Basta observar con qué dificultad sale la miel o la mermelada de un frasco, para entender la diferencia que tienen con el agua, que se vuelca con toda facilidad. Por último, en los gases las fuerzas de repulsión son mucho más grandes que las de cohesión. Las moléculas se rechazan entre sí, y como consecuencia el gas se expande.