Dos modos distintos de modificar mensajes


Podríamos decir que la tarea que realiza el transmisor consiste en transformar en ondas electromagnéticas el mensaje sonoro que debe captar el receptor. Esto tiene un nombre correcto: se denomina modulación de la onda; en efecto, el transmisor realiza la modulación de la onda que va a radiarse. Existen dos modos de modificar el mensaje, esto es, de modular la onda radioeléctrica: la modulación en amplitud y la modulación en frecuencia. Todas las radioemisoras transmiten modulando en alguno de estos dos modos. Veamos en qué consisten, valiéndonos de ejemplos sencillos.

Recordemos que toda onda está caracterizada por tener una cierta amplitud y una determinada frecuencia. En el caso de las olas del mar, para establecer una analogía, la amplitud de la onda corresponde a la altura que posee la ola. En cuanto a la frecuencia, ella será el número de olas que pasan en un segundo por un determinado lugar. Claro está que en el caso de las ondas electromagnéticas, si pudiésemos contarlas, llegaríamos al orden del millón. Siguiendo con nuestro ejemplo, si todas las olas, o todas las ondas, tienen la misma altura o sea la misma amplitud, se dice que se tiene una onda continua. Por el contrario, si dichas alturas son variables, entonces se dice que la onda está modulada y, precisamente, modulada en amplitud. Conviene observar los dibujos; ellos nos ilustrarán con claridad, y nos permitirán comprender cómo una onda modulada en amplitud lleva impresa otra onda. La tarea del receptor consistirá en separar esta onda impresa de la que le sirve de sostén.

Veamos ahora la otra forma de escribir mensajes; la modulación en frecuencia. Si en nuestra paciente tarea de contar las olas que pasan por un lugar determinado, comprobásemos que el número de ellas por segundo es constante, estaríamos entonces frente a una onda de frecuencia constante. Podría suceder, sin embargo, que dicha frecuencia fuese variable; si esta variación es tal que corresponde a un proceso también ondulatorio, entonces estamos, sin ninguna duda, frente a un típico movimiento de frecuencia modulada.