El acorde fundamental que conmueve a todos los hombres de igual manera


Esto es lo que caracteriza a ese acorde maravilloso: el parecemos el sonido más apropiado para los finales. Otras combinaciones de notas producen en nuestro oído la impresión de que ha de seguir algo más, mientras que con aquel acorde quedamos satisfechos, por decirlo así, sin que para finalizar haga falta ninguna otra cosa. Ahora bien; el número de vibraciones que corresponde a esas cuatro notas son respectivamente de 24, 30, 36 y 48. Al reducirlas, vemos que están en la razón de 4 a 5, de 5 a 6 y de 6 a 8. No importa la nota por la que empieza el acorde ni el lugar en donde suena; las cuatro notas que lo componen guardan siempre entre si la relación de 4 a 5, de 5 a 6 y de 6 a 8 de modo invariable.

Esto es realmente una cosa maravillosa; si consideramos esas cifras 4, 5, 6 y 8, lo que hacemos es estudiar aritmética, la rama más sencilla de las matemáticas. Sabido es que esa ciencia de los números le parece a mucha gente la más árida y abstracta, y sin embargo, sus leyes son aplicables directamente a una serie de fenómenos que producen en nuestro ser las más hondas emociones. Considerados por sí solos, no parece que esa relación de 4 a 5, de 5 a 6 y de 6 a 8 pueda interesar a la humanidad. No obstante, en toda la Tierra y en todas las edades, las ondas sonoras cuyas vibraciones están en la relación de dichos números, producen siempre en el hombre una serie de impresiones perfectamente definidas.

Esta relación, en primer lugar. distingue la música del sonido; en segundo lugar, constituye una armonía bien distinta de una disonancia; y, por último, posee la virtud especial de indicar que «se ha terminado».

Si ahondásemos en el asunto, veríamos que hay otras relaciones que le indican al oído que ha de seguir algo más y que, digámoslo así, le hacen ansiar oír esa continuación; y sin embargo, la diferencia absoluta entro esas dos calidades depende de ciertas reglas abstractas de la aritmética, o sea de la diferencia entre las relaciones que guardan entre sí una serie de números y los que unen a los contenidos en otra serie.