La maravillosa relación entre la aritmética y la música


Estos hechos sencillos, tan conocidos de todos los músicos y de cuantos se dedican al estudio del sonido, tienen un significado muy transcendental, si sabemos interpretarlos. A cualquiera que no haya meditado profundamente acerca del mundo y de la naturaleza, le parecerá que no puede haber dos cosas más distintas que las sensaciones de tristeza, alegría o satisfacción por una parte, y por otra las relaciones aritméticas entre ciertas series de números. Y sin embargo, estas cosas, al parecer tan distintas y apartadas, se hallan indisolublemente unidas por las leyes de la naturaleza y también por las elaboradas por la inteligencia del hombre.

Volvamos ahora a apuntar las notas de la escala y sus números de vibraciones correspondientes, dado el caso de que empiecen por el número 24, añadiéndoles a cada uno la relación que les corresponde:

Do re mi fa sol la si do

24 27 30 32 36 40 45 48

Observamos que estos quebrados varían mucho en lo tocante a sencillez. El más sencillo es el que corresponde al sol, y el siguiente el de mi, que es un término medio entre el de do y el de sol. Estos tres son los que componen el acorde ordinario. Es de interés observar que uno de los quebrados de la lista es muchísimo menos sencillo que cualquiera de los demás, o sea, el 15/s, que corresponde a la nota si, en la escala de do.

Ahora bien; todos podemos cantar las notas de una escala, y nos parece natural la penúltima, que en este caso es el si. Pero, siendo la relación que corresponde a esta nota la más compleja de todas, es interesante averiguar, cuando se estudia la historia de la música, cómo esa relación hubo de ser descubierta.