Los submarinos son barcos capaces de navegar en la superficie o en la profundidad


Tanto en la primera como en la segunda Guerras Mundiales (1914-18 y 1939-45) fueron muy empleados por las marinas de guerra ciertos barcos especiales, capaces de navegar en la superficie o en la profundidad, y que reciben el nombre de submarinos o sumergibles indistintamente.

Su funcionamiento se basa en el principio de Arquímedes: para ello poseen dispositivos especiales -estanques- para variar su peso específico, haciéndolo menor que el del agua, cuando está en la superficie, o mayor cuando tiene que navegar sumergido. Cuando está con los estanques vacíos su peso es menor que el empuje que recibe, y entonces sale a la superficie; en cambio, cuando los estanques se llenan de agua, el peso es mayor que el empuje, y entonces se sumerge. El achique de los estanques se hace a voluntad mediante aire comprimido que se lleva a bordo en tubos especiales. Con ese aire a presión resulta sumamente fácil desalojar el agua de los estanques y conseguir así que el submarino vuelva a la superficie.