El lápiz que parece partido cuando lo sumergimos en un recipiente que contiene agua


Muchas veces hemos sumergido una varilla, un lápiz, por ejemplo, dentro de un recipiente con agua y hemos observado que parece quebrado. Sin embargo, al retirarlo se comprueba que el lápiz está intacto. Este fenómeno tan curioso puede explicarse fácil v sencillamente.

Hagamos en primer término la siguiente experiencia: en el fondo de una taza coloquemos una moneda. Desde cierta posición es imposible verla. Si llenamos la taza con agua y, sin haber movido la moneda y conservando nosotros la posición anterior, es fácil observar que la moneda se nos hace visible. Un fenómeno análogo ocurre cuando al sumergir una moneda en agua observamos que siempre parece estar más cerca de la superficie de lo que en realidad está. Lo que ocurre es simplemente lo siguiente: con la taza sin agua, los rayos de luz que parten de la moneda y que en línea recta podrían llegar hasta nosotros, chocan contra la pared de la taza que la contiene.

En cambio, cuando en ésta se coloca agua, los rayos de luz que salen de la moneda ya no recorren una trayectoria recta, sino que lo hacen siguiendo una quebrada; ésta es la causa de que nosotros podamos ver la moneda, precisamente por el hecho de que nos llegan rayos de luz. Evidentemente, el camino seguido por tales rayos no es rectilíneo: se han desviado al salir del agua. El fenómeno físico que consiste en la desviación de un rayo al pasar del agua al aire se llama refracción de la luz. Claro que la refracción no se cumple únicamente en el caso del agua y el aire. En general, cuando un rayo de luz atraviesa la superficie de separación de dos medios transparentes distintos, el rayo experimenta una desviación, esto es: se refracta.

Siempre que la luz pasa de un medio más denso a otro menos denso, el rayo se desvía alejándose de la normal, como en el caso de un rayo de luz que pasa del agua -medio más denso- al aire, que es menos denso. Sucede lo contrario si la luz pasa de un medio menos denso a otro más denso: el rayo se desvía acercándose a la normal. Es el caso "de un rayo luminoso que pasa del aire al agua.

Ahora resulta fácil explicar el fenómeno del lápiz quebrado: lo que sucede es simplemente que los rayos luminosos que provienen del lápiz se desvían al pasar del agua al aire y de esa manera nos parece que el lápiz se hubiera quebrado.

El fenómeno de la refracción de la luz es muy importante, en especial para el caso de un rayo luminoso que no vemos ningún astro en donde está realmente, sino en un punto más elevado; de la misma manera se explica que veamos el Sol cuando ya está debajo del horizonte, puesto que sus rayos se refractan.