Algunos aspectos modernos de la televisión


Casi desde los primeros tiempos de la televisión en blanco y negro, los técnicos siguieron trabajando en procura de la televisión en colores; y como en el caso del cinematógrafo, una vez logrado este propósito, los esfuerzos se orientaron hacia la televisión en relieve. Pero, al tiempo que se lograban estos adelantos, se llevó a cabo también un constante y eficaz trabajo de perfeccionamiento de los materiales empleados, con lo cual se mejoraron hasta el punto de convertirse en verdaderas maravillas de la electrónica. Así, por ejemplo, se fue aumentando cada vez más la sensibilidad del iconoscopio a la luz, hasta evitar que este ojo electrónico tuviese que recibir objetos muy iluminados para que pudiese “verlos”. Este desarrollo condujo a la creación del ortocrón y del orticón. Con este último se ha alcanzado una sensibilidad lumínica superior a la del ojo humano, ya que es capaz de “ver” en lugares donde éste no puede hacerlo, por resultar escasa la iluminación. En el orticón, además, debido al hecho de que el rayo electrónico incide normalmente sobre el mosaico y vuelve sobre sí mismo, se logra una mayor fidelidad de la imagen.

Además de los fines puramente artísticos, que se enriquecerán con el perfeccionamiento del color y del relieve, queda todavía para la televisión la ampliación de su campo de aplicaciones prácticas, tales como la transmisión de operaciones quirúrgicas, observación de procesos que se desarrollan en lugares donde no puede permanecer el hombre, la industria, la investigación atómica.