De qué se compone el aire que respiramos habitualmente


Pasemos ahora a considerar el aire. Aquí también se equivocaban antiguamente, pues se creía que el aire era una sustancia única que no podía ser descompuesta en otras. Sin embargo no es así; el aire no es un elemento sino una mezcla de varios elementos en estado gaseoso que pueden ser separados. El hombre ha tardado mucho tiempo en descubrir este sencillo hecho y, cuando lo consiguió, hubo muchos que tardaron también en convencerse de ello. Debemos reparar que los gases que componen el aire se encuentran mezclados y no combinados; cuando respiramos, nuestros pulmones realizan, precisamente, el trabajo de separar de dicha mezcla un componente: el oxígeno. Si el aire fuese una combinación de gases, nuestros pulmones no podrían obtener el oxígeno para la respiración.

El oxígeno es sólo uno de los varios gases que componen el aire, en realidad el más importante para los seres vivos, tanto que es indispensable para la vida, pues sin él perecerían inmediatamente. Esto es cierto también para los peces, que respiran el oxigeno disuelto en las aguas.

Si el aire consistiera exclusivamente de oxígeno nuestros pulmones lo absorberían en cantidades excesivas y nos provocaría una excitación constante. En casos especiales, tales como durante operaciones o en ciertas enfermedades, suele suministrarse a los pacientes mediante aparatos especiales oxígeno puro; así se logra compensar una respiración debilitada.

Sólo la quinta parte del aire es oxígeno; el resto, casi exclusivamente, es nitrógeno. Además, en muy pequeña cantidad, hay otros gases conocidos como gases raros o inertes. De modo que, si tenemos en cuenta la cantidad, debemos decir que el nitrógeno es el más importante componente del aire, y que le sigue el oxígeno.